¿Cuáles son los fallos más comunes en calderas industriales?

Las calderas industriales son esenciales para muchos procesos en fábricas. Su buen estado asegura un uso eficiente de la energía, mantiene la seguridad y evita interrupciones en el trabajo. No obstante, pueden presentar fallos que disminuyen su desempeño, aumentan gastos y representan un peligro para trabajadores y equipos.

La formación es importante

Dada la complejidad de las calderas industriales y la variedad de fallos que pueden presentar, la formación especializada es clave para quienes trabajan en su operación y mantenimiento. Un conocimiento profundo permite detectar problemas a tiempo, aplicar soluciones adecuadas y evitar situaciones de riesgo.

Si quieres poder repararlas, te recomiendo realizar el curso operador de calderas en calderasformacion.com. Este tipo de formación ofrece los conocimientos técnicos necesarios para comprender el funcionamiento de las calderas, identificar fallos comunes y llevar a cabo reparaciones seguras y eficientes. Gracias a sus conocimientos hemos podido realizar el siguiente listado con los fallos más comunes.

Problema en el sistema de combustión

Uno de los fallos más frecuentes en las calderas industriales está vinculado al funcionamiento del sistema encargado de generar calor mediante la quema de combustible. Entre los errores más comunes se encuentran los quemadores dañados, la proporción inadecuada entre el aire y el combustible, o una mala configuración del mecanismo que regula el encendido. Cuando no se logra una buena combinación entre estos elementos, el proceso pierde eficacia, se incrementa la presencia de gases contaminantes y se forma una capa de residuos negros en el interior del equipo.

Estos problemas suelen originarse por la ausencia de revisiones técnicas constantes. Con el paso del tiempo, los componentes del sistema pueden llenarse de residuos o deteriorarse, lo que impide un funcionamiento correcto. También es común que los dispositivos que regulan la entrada de aire y combustible no estén bien calibrados, o que existan fallos en los equipos que automatizan el encendido y funcionamiento de la caldera.

Para reducir el riesgo de este tipo de complicaciones, es esencial llevar a cabo revisiones frecuentes y verificar que todos los elementos trabajen con precisión. Prestar atención a las emisiones que genera la caldera también resulta clave, ya que es necesario cumplir con los límites establecidos por la legislación ambiental. Un sistema bien ajustado no solo garantiza un mejor rendimiento, sino que también contribuye a reducir el impacto en el entorno y a alargar la vida útil del equipo.

Problema en el sistema de seguridad

Las calderas industriales necesitan mecanismos de protección que garanticen su funcionamiento seguro. Entre estos se encuentran los que supervisan la presión, la temperatura y la cantidad de agua en su interior. Si alguno de estos sistemas deja de actuar correctamente, pueden generarse incidentes serios como reventones o deterioros importantes en la estructura de la caldera.

Un problema frecuente ocurre cuando las válvulas que liberan presión no cumplen su función. Su trabajo es abrirse por sí solas si la presión interna sube demasiado, evitando así un accidente. Si están bloqueadas, envejecidas o mal ajustadas, es posible que no funcionen cuando se necesitan.

También es importante que los equipos que regulan el nivel de agua funcionen sin errores. Si el nivel es bajo, algunas partes pueden calentarse en exceso. Si es alto, puede arrastrarse agua al vapor, afectando el proceso. Es esencial revisar y mantener estos sistemas con regularidad, y contar con personal capacitado.

Problema en el sistema de alimentación de agua

Para que una caldera industrial funcione de forma segura y eficiente, es clave contar con un suministro de agua continuo y con las condiciones adecuadas. Si el líquido contiene partículas no deseadas o es demasiado duro, pueden surgir problemas técnicos serios en su interior.

Cuando el agua contiene niveles elevados de calcio o magnesio, se forman acumulaciones sólidas que se adhieren a las superficies internas. Estas capas bloquean el paso del calor de manera correcta, generando puntos de alta temperatura que pueden dañar las piezas o provocar paradas inesperadas del equipo.

También es común que el agua, si no ha sido correctamente tratada, acelere el desgaste del metal en las tuberías y paredes del sistema. Este deterioro favorece la aparición de orificios y filtraciones, comprometiendo la integridad del equipo y la seguridad de quienes trabajan cerca.

Por estas razones, es fundamental emplear técnicas adecuadas para purificar el agua. Métodos como eliminar minerales, ajustar el nivel de acidez o aplicar filtros ayudan a mantener el sistema en buen estado. Supervisar continuamente la calidad del agua y limpiar con frecuencia la caldera reduce el riesgo de averías graves.

Fuga en las juntas

Las pérdidas en las calderas industriales ocurren frecuentemente en puntos de unión, válvulas o acoplamientos. Este tipo de escapes de agua o vapor conlleva un consumo innecesario de energía y puede causar fallos en el sistema, poniendo en peligro a quienes lo manejan.

Entre los motivos más comunes están una instalación incorrecta, el desgaste natural con el uso o el empleo de componentes que no resisten bien la presión o el calor del sistema. Los cambios constantes de temperatura afectan las partes de cierre, generando deformaciones.

Para evitar estos fallos, conviene emplear elementos de sellado adecuados al funcionamiento de la caldera y revisar periódicamente cada parte, reemplazando las que ya no cumplen su función.

Sobrecalentamiento de la caldera

El sobrecalentamiento en calderas industriales representa un riesgo grave, ya que puede generar daños importantes e incluso situaciones peligrosas. Ocurre cuando no se enfrían bien las partes calientes, normalmente por falta de agua o por una circulación deficiente del calor.

Las causas principales suelen ser residuos que se pegan a las paredes internas, bloqueos en los tubos o un nivel de agua muy bajo. Esto provoca que el metal se caliente demasiado y pierda su firmeza, llegando a doblarse o agrietarse.

Evitar este problema requiere revisar constantemente el sistema, limpiar con regularidad y mantener el agua en condiciones óptimas.

Problemas en la instrumentación

Los sistemas que permiten supervisar y ajustar el funcionamiento de las calderas industriales, ya sean electrónicos o neumáticos, cumplen un papel clave en su operación segura y eficiente. Cuando estos dispositivos fallan, pueden producir datos incorrectos, no reaccionar ante situaciones anómalas o detener el proceso sin previo aviso.

Entre los errores más frecuentes se encuentran fallos en sensores de presión o temperatura, deterioro de los cables, conexiones mal ajustadas o problemas en los equipos de control. Estas fallas impiden que el sistema regule los valores de forma automática, lo que compromete el rendimiento y la seguridad.

Una causa habitual es la falta de revisión periódica. Reemplazar sensores en mal estado y comprobar el estado del cableado son acciones recomendadas para mantener el sistema en buen estado.

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