Descubrir que la estufa de gas no enciende es un gran problema, porque te deja sin climatización en el momento en el que más la necesitas. Por suerte, muchas de las averías más comunes de este tipo de aparatos se pueden solucionar fácilmente, tal y como vamos a ver a continuación.
La estufa de gas no enciente tras mucho tiempo apagada
Estamos acostumbrados a que nada más pulsar el botón de encendido de la llama la estufa se pone en funcionamiento. Sin embargo, esto no siempre es así, y podemos apreciar que tarda más en encender cuando cambiamos la bombona o cuando hemos tenido la estufa apagada durante mucho tiempo.
¿Por qué tarda tanto tiempo en encender la estufa?
Cuando reponemos la bombona o encendemos la estufa después de mucho tiempo, hay aire en el conducto de gas y, para que el aparato de climatización funcione, ese aire debe ser sustituido por gas. Es un proceso que puede llevar unos minutos, lo que provoca que no obtengamos llama en un primer momento.
Posible solución si la estufa tarda en encender
Abre la válvula del regulador y permite que el gas entre en el interior de la estufa, deberías escuchar un leve siseo. Deja que la estufa se llene de gas durante uno o dos minutos y a continuación pulsa el botón de encendido de la llama. Debería encenderse, aunque puede que la llama sea todavía débil. Si es así, espera un poco más y vuelve a probar, tras esto todo debería funcionar con normalidad.
A medida que vayas dándole uso a la estufa de forma habitual, notarás que tarda mucho menos en encender, esto se debe a que ya no hay aire en el circuito.
La llama no se mantiene encendida
Al pulsar el botón de encendido de la llama esta debe quedarse estática, pero puede ocurrir que se apague de manera constante una y otra vez, haciendo que la estufa no pueda cumplir con su función.
¿Por qué no se mantiene la llama?
Con frecuencia este problema puede estar provocado porque no le llega suficiente gas al circuito, pero también puede estar relacionado con un problema de mantenimiento. Por eso, lo primero que hay que hacer es asegurarse de que la bombona tiene gas suficiente y de que todas las piezas que se encargan de llevar el gas hasta el interior de la estufa están en óptimas condiciones.
Posible solución si la llama no se mantiene
Si hemos comprobado que entra gas suficiente en la estufa, y aún así no conseguimos que la llama se mantenga, quizá el problema esté causado por la acumulación de suciedad, algo habitual si la estufa tiene mucho tiempo y ha estado apagada durante varios meses.
En este caso ponemos la válvula de entrada de gas en posición “off” y esperamos a que la estufa se enfríe si había llegado a coger algo de calor. Una vez que está fría, podemos desmontar la rejilla protectora y acceder al orificio por el que sale la llama. Retiramos el polvo con ayuda de un trapo seco o ligeramente humedecido con agua, pero no utilizaremos bajo ningún concepto un producto químico.
Con ayuda de un clip podemos limpiar un poco el interior del orificio, por si hubiera algo que estuviera causando una obstrucción. Volvemos a montar todo el sistema y probamos de nuevo.
No llega gas al circuito
Cuando una estufa de gas no enciende, la principal causa es que no está llegando gas, o no llega en cantidad suficiente. Esto puede dar lugar a varios fenómenos: la estufa no enciende, enciende pero tarda mucho, la llama se enciende pero es débil o se apaga rápidamente.
¿Por qué no llega gas al circuito?
Contando con que la bombona de gas tenga combustible suficiente, que es lo primero que debemos revisar siempre, el problema puede estar causado por algunas de las piezas que se encargan de llevar el gas desde la bombona hasta la estufa.
Posibles soluciones si no entra gas al circuito
Lo primero es revisar la alcachofa o regulador de presión. Debe ser un modelo adecuado para el tipo de estufa que tienes, y tiene que contar con una presión fija. Además de ser el modelo correcto, la alcachofa debe estar limpia y en buenas condiciones para poder regular correctamente el acceso de gas. Si no es así, cámbiala por un regulador nuevo que esté homologado.
Si en el regulador todo es correcto, revisamos la goma. Si está dañada, rajada, o parece muy desgastada, debes proceder a renovarla inmediatamente, exactamente igual que si ha llegado a su fecha de caducidad (la verás marcada en la propia goma).
Para que el gas llegue bien, la goma de conexión no debería tener más de 40 centímetros de longitud y tiene que ser flexible. Además, debes asegurarte de que la conexión de la goma al regulador está hecha de forma correcta.
Hecha la revisión y cambiadas las piezas necesarias, abre la válvula y deja que entre aire en la estufa, ahora debería encender sin ningún problema.
La estufa de gas se apaga sola
Puede ocurrir que la estufa se encienda sin mayor problema, pero que se apague sola sin causa aparente para ello. Como vamos a ver a continuación, las causas de que esto ocurra pueden ser muy variadas, pero hay que tener algo presente: una estufa que se apaga sigue teniendo riesgo de fuga de gas, lo que podría provocar explosiones o asfixia por inhalación de gases. Por eso, si la estufa se ha apagado sola, procede inmediatamente a poner la válvula en posición de “off” antes de empezar a investigar qué ha pasado.
¿Qué puede causar que la estufa de gas se apague sola?
Las causas pueden ser muy variadas: una corriente de aire que ha apagado el quemador, que la termocupla (pieza que mide la temperatura) esté floja o desgastada y esté mandando información errónea al termostato, que haya problemas con el suministro de gas, que entre mucho aire a la combustión, que la temperatura interior de la estufa sea demasiado alta, o que se haya obstruido la salida de humos.
Posibles soluciones cuando la estufa de gas se apaga sola
Apagado por una corriente de aire
En este caso corta el acceso de gas usando la alcachofa y coloca la estufa en una zona en la que no reciba corrientes de aire de manera directa, así no habrá riesgo de que se produzca de nuevo esto ni de que el aire haga saltar una chispa fuera de la estufa.
Fallo de la termocupla
La termocupla es una pequeña pieza que se encarga de enviar información sobre la temperatura al termostato. Si la información que transmite es errónea, la estufa se apaga porque cree estar a una temperatura mayor a la que realmente está.
Puedes empezar limpiando la termocupla con un paño para retirar el polvo, y aprovecha para ajustarla. Si todo parece estar bien y el sistema sigue sin funcionar correctamente, puede que necesites cambiar esta pieza.
Problemas con el suministro de gas
Puede estar causado por alguna de las razones que hemos visto antes, así que revisa la cantidad de gas que queda en la bombona, y el estado tanto de la alcachofa como de la goma y la conexión entre ambas piezas.
Demasiado aire en la combustión
Si hay más aire que gas, el quemador se apaga. Puedes evitar esto regulando y calibrando las boquillas del quemador, incluso es posible que tengas que sustituirlas si están demasiado desgastadas.
La temperatura interior de la estufa es demasiado alta
El sistema de seguridad de la estufa de gas provoca que cuando la temperatura interior es demasiado alta, el sensor salte y se apague. Si ocurre esto revisa la termocupla y el termostato. Si ambas piezas están bien, es que la caldera alcanza realmente una temperatura excesiva, así que necesitarás consultar con un profesional para que la revise.
Obstrucción de la salida de humos
También por seguridad, la caldera se apaga sola si el sensor detecta que hay demasiada acumulación de humo. Puede llegar a ocurrir si tienes la estufa durante mucho tiempo encendida en un lugar cerrado.
Recuerda que nunca debes tener la estufa encendida en un lugar completamente cerrado y que, si la usas durante mucho tiempo seguido, debes ventilar la estancia durante 5 o 10 minutos.
Una estufa de gas que no enciende es un problema que, en la mayoría de los casos, se puede solucionar fácilmente. Eso sí, siempre hay que manipular estos aparatos asegurándose previamente de que la entrada de gas está cortada y de que están fríos.
