Todos conocemos la revolución de los paneles solares, y es que estas placas que funcionan a modo de módulos fotovoltaicos se han convertido en la mejor manera de captar energía verde y de obtenerla directamente del sol para transformarla en electricidad. Son cada vez más las personas que se animan a utilizar este tipo de energía que prácticamente podría funcionar a modo de batería, ya que no solo hablamos del método de electricidad más ecológico con el medio ambiente, sino también el que más puede ahorrarnos dinero en las facturas.
Sin embargo, es cierto que todavía existe bastante desconocimiento respecto a los paneles solares, y muchas personas no tienen demasiada información sobre ellos. Aun así, si estás planteándote comprar una placa solar y no sabes muy bien cuál es su resistencia al paso del tiempo, cuánto tiempo pueden durar, con qué facilidad se deterioran o cómo funcionan, realmente has venido al lugar correcto.
De la misma forma, si ya cuentas con una placa solar y te has encontrado con una primera avería en el panel solar, a continuación también te explicamos qué daña los paneles solares o cómo reparar un panel solar para que puedas tratar de arreglarlo por tu cuenta antes de ponerte en contacto con un técnico especializado.
¿Cómo funciona un panel solar?
Como ya hemos adelantado anteriormente, estos paneles solares que tanto vemos últimamente en el paisaje urbano exprimen la energía solar de una forma muy específica que quizás nos interese conocer. Si hablamos del proceso, tenemos que entender que, de una forma sencilla, las placas solares reciben los rayos del sol sobre la superficie de los paneles, que están compuestas por distintos materiales semiconductores que cuentan con la capacidad de transformar esta energía en electricidad.
De esta forma, son las celdas solares, que llevan a cabo este proceso de transformación gracias a las células de silicio cristalino o arseniuro de galio, las que se mezclan con boro y fósforo para obtener una carga con electrones positivos y negativos. Así pues, al chocar los rayos de sol con estas placas, los electrones se mueven desde la zona en la que sobra carga negativa hasta aquella en la que falta y, por lo tanto, de este proceso nace la energía de autoconsumo solar.
Lo que sigue en este proceso es una liberación de electrones, los cuales poco a poco van produciendo esta electricidad. Con todo esto determinamos que el proceso es completamente cíclico, puesto que cuando los electrones no se utilizan vuelven al panel negativo para volver a desplazarse hasta el panel positivo y provocar que dicha transformación comience de nuevo. Esto se llama corriente continua y pasa gracias al almacenamiento, ya esta corriente se almacena en baterías hasta que los inversores de voltaje la transforman en corriente alternativa, que es la que nos ayuda a hacer funcionar todos nuestros sistemas eléctricos.
En este caso, en la actualidad existen distintos tipos de paneles solares: los monocristalinos, que tienen una duración de hasta 25 años y se caracterizan por su color negro y por ser un cuarto más eficientes que el resto; los policristalinos, que son más bien azulados y destacan por ser más baratos, aunque tienen una eficiencia un poco menor; y los capa fina, que cuentan con el precio más barato de todos y son los que encontramos de forma más habitual en las casas gracias también a sus tamaños menores.
Si estás buscando comprar paneles solares de cualquiera de los tres tipos que hemos comentado, puedes acceder a Solarplak una empresa que se especializa en placas solares y en otros complementos, pues en su página web podrás hallar un gran abanico con distintas ofertas, modelos y tipos de paneles solares que se adaptará a tus negocios y a tus viviendas con gran eficiencia.
¿Cómo se puede dañar un panel solar?
Una de las preocupaciones más grandes de los futuros usuarios o de los usuarios actuales de paneles solares es el hecho del deterioro de este tipo de energía fotovoltaica. Como ya sabrás, el coste de los paneles solares no es especialmente barato, por lo que muchas personas temen que estos puedan dañarse y para paliar eso resulta esencial conocer cómo se puede dañar un panel solar de modo que intentemos prevenirlo.
Dicho esto, como puedes imaginarte, los paneles solares se encuentran en zonas exteriores y, por lo tanto, están constantemente expuestos a las inclemencias del tiempo y cualquier otro agente externo que pueda dañarlos irremediablemente. Aun así, tenemos que entender que los paneles solares se han fabricado para tener una duración de aproximadamente 20 años, aunque la vida útil de estos sistemas puede acordarse, al igual que sucede con cualquier otra, siempre y cuando no le demos el mantenimiento correcto.
Teniendo todo esto claro, lo mejor es comprender que, si queremos instalar paneles solares, debemos hacerlo en tejados o en zonas completamente despejadas donde no tengamos ningún tipo de obstrucción ni en la parte superior ni tampoco en las partes laterales. Construir paneles solares, por ejemplo, en una zona rodeada de árboles es una mala idea, puesto que esos árboles pueden terminar por arañar la superficie, soltar hojas, atraer animales que pueden terminar posándose en los paneles, obstruir la luz del sol, etcétera.
Además de esto, tenemos que considerar, tal y como ya hemos comentado, que muchas de las roturas de los paneles solares se deben simplemente a las condiciones meteorológicas adversas, como pueden ser las precipitaciones muy fuertes, el granizo, el viento, las tormentas y el desprendimiento de objetos cercanos que pueden chocar con los paneles y arañarlos o dañarlos. Hay que entender que las hojas, las ramas, el polvo y la propia arena o suciedad pueden llegar a atravesar los cristales de los paneles y, por lo tanto, estos microarañazos pueden terminar por degradar la superficie de forma lenta pero continuada.
Es por este motivo que el mantenimiento es esencial, y estar constantemente revisando y limpiando la superficie de los paneles solares nos ayudará a alargar todo lo posible este envejecimiento y deterioro natural.
¿Cómo detectar una avería en un panel solar?
En relación con el punto anterior, una de las preguntas más habituales que se llevan a cabo todas las personas que tienen paneles solares en casa es la de cómo descubrir fallos en un panel solar. En este caso, no hablamos de las situaciones extremas en las que, obviamente, ya nos hemos dado cuenta de que la energía no llega como debería, sino de las etapas anteriores en las que el mantenimiento, como comentamos, puede ayudarnos a detectar averías antes de tiempo.
Para ello, las inspecciones visuales son simplemente la mejor forma de estudiar la superficie de los paneles solares o también la propia exposición a la luz solar mediante una medición de la tensión de salida con un multímetro.
Esta herramienta puede ayudarnos a detectar que la placa solar sigue atrayendo la luz de la forma correcta, pero para ello tendremos que realizar esta comprobación en los días luminosos. Detectaremos un problema con este multímetro cuando nos demos cuenta de que el contador muestra el consumo de la energía de la red o cuando los datos no aparecen en tendencia de crecimiento durante las horas de sol. De la misma forma, también podemos determinar la calidad del panel solar y su correcto funcionamiento a través de la medición de la tensión nominal máxima de estos paneles solares.
Aun así, cabe entender que con el paso del tiempo esta degradación es inevitable, puesto que aunque tampoco notemos daños a simple vista, el valor de estos módulos puede quedar limitado, por lo que pasados los años notaremos este cambio. Sin embargo, siempre y cuando no haya grietas, grandes bollos, agujeros y otro tipo de averías chocantes, la placa solar debería funcionar como corresponde.
¿Cómo reparar un panel solar dañado?
Ahora que ya entendemos cómo prevenir daños en los paneles solares y, sobre todo, cómo inspeccionarlos en busca de averías, lo siguiente será entender que siempre y cuando tengamos un mínimo conocimiento y sigamos unos pasos concretos, quizás seamos capaces de reparar estas pequeñas averías nosotros mismos. El coste de los técnicos especializados en paneles solares es elevado en comparación con los técnicos de otro tipo de electricidad, por lo que no está de más conocer cómo reparar un panel solar dañado por cuenta propia.
Para ello, sin embargo, es importante atender a distintos tipos de fallos que podemos encontrarnos y que te exponemos a continuación:
- Si nuestra intención es reparar los vidrios, primero tendremos que asegurarnos de que el propio panel fotovoltaico funciona, ya que, por el contrario, estaremos trabajando en vano. Una vez que tenemos la confirmación, lo que deberemos hacer será asegurarnos de que todos los cables se encuentran en los pernos del marco y, para ello, podemos apretar los paneles para asegurarnos de que se sostiene de forma segura. De esta forma, lo más importante será recortar la cinta para que cubra únicamente una zona pequeña del vidrio, aunque si este está agrietado, lo mejor será reemplazarlo por completo.
- Si lo que queremos reparar de los paneles son conexiones sueltas, podemos cortar simplemente la silicona que está dentro de las células solares, reponer estas celdas y arreglar las conexiones. Alternativamente, podemos impregnar esta zona de plata y unir los cables sueltos con conexiones.
- Para reparar alguna terminal quemada o para arreglar superficies rayadas por completo, lo mejor será, sin embargo, ponernos en contacto con un técnico especializado, puesto que en el momento en el que tengamos que trabajar con materiales más concretos, seguramente este técnico especializado podrá conseguir un mejor resultado.