El adecuado mantenimiento de un rodillo es imprescindible para que este funcione de la manera adecuada en cada sesión de entrenamiento. Los warm ups deben realizarse siguiendo unas pautas que, en ocasiones y según su intensidad, pueden poner a prueba el rendimiento del rodillo, por lo que es necesario que el mantenimiento sea el adecuado para que su estado sea siempre el idóneo.
Además, teniendo en cuenta que los rodillos de rulos se suelen utilizar en entornos de exterior, la acumulación de polvo y otras partículas de tierra, arena o suciedad pueden generar problemas en su rendimiento.
Tras cada uso, es recomendable proceder a limpiarlos con un paño húmedo para eliminar los restos de suciedad incrustados y evitar que se genere una capa de residuos que pueda perjudicar a los rulos, dado que es imprescindible que el contacto de las gomas de las ruedas de la bicicleta con la superficie de los rulos sea directo, sin suciedad por el medio, para no comprometer la adherencia.
Qué ofrecen los rodillos de RooDol
Los rodillos de RooDol son un accesorio perfecto para los calentamientos antes y después de la competición. Es necesario aclimatar el cuerpo antes de una competición intensa, y al acabar, es fundamental no parar en seco para que el nivel de esfuerzo del organismo se acostumbre al estado de reposo natural. En ambos casos, usar un rodillo es una opción estupenda para hacer las transiciones antes y después de la ruta, y el rodillo de RooDol es el mejor en su segmento.
Lo que hace especial a RooDol es que es un fabricante de rodillos ultracompactos, fáciles de llevar en una mochila y capaces de ser montados y desmontados en apenas 60 segundos.
Normalmente, quienes participan en competiciones de ciclismo o quieren hacer sus rutas transportan sus rodillos en coche, lo que implica aparcar el vehículo, montar el rodillo, utilizarlo, regresar al vehículo para desmontarlo y guardarlo, y regresar al punto de partida con la bici. En cambio, con los rodillos de RooDol, basta con echarlo en la mochila y olvidarte de todo lo demás.
Se pueden utilizar en todo tipo de superficies, sin que la estabilidad ni el agarre sean un problema, lo que facilita enormemente las cosas a la hora de hacer los calentamientos antes de la competición. El rodillo de RooDol se puede montar y desmontar fácilmente, y es facilísimo de guardar en una bolsa deportiva o mochila, simplificando la vida de los aficionados al ciclismo y pudiendo hacer los warm ups tanto previos como posteriores a la competición sin necesidad de preocuparse nada más que de su sencillo montaje.
Rodillo de PVC o de aluminio: ¿cuál es mejor?
Antes de entrar en materia sobre el mantenimiento de los rodillos RooDol, es interesante saber que están disponibles en dos materiales: aluminio y PVC. Ambos de una calidad sobresaliente, la única diferencia reside en cómo gestionan la disipación del calor.
El calor se genera por la fricción de las ruedas con los rulos, que conforme aumenta la velocidad, mayor calor generan. El aluminio es un material conocido por su alta resistencia y por ser, precisamente, un disipador del calor enormemente eficiente. Por eso, quienes tengan pensado hacer un uso intensivo del rodillo es altamente recomendable que se decanten por el de aluminio, dado que mantiene todas las bondades de su diseño, y disipa eficazmente el calor generado tras un uso continuado.
De igual forma, el rodillo de RooDol en PVC presenta un acabado fantástico, robusto y muy resistente. No obstante, la sonoridad de estos rodillos puede ser levemente más elevada debido precisamente a la fricción de la bicicleta sobre los rulos, algo a tener en cuenta por quienes quieren dar prioridad a la sonoridad del rodillo.
Aunque el rodillo de aluminio tiene además un triple rodamiento interior y su mantenimiento es algo más sencillo, en realidad todo depende de lo importante que sean estos detalles para el usuario y, sobre todo, la frecuencia de uso que se le va a dar. Ambas opciones son excelentes y cumplirán con creces las expectativas de los deportistas más exigentes.
Consejos para mantener en perfectas condiciones tu rodillo RooDol
Hay varios aspectos a tener en cuenta en lo que respecta a la limpieza y el mantenimiento de un rodillo:
- Limpieza frecuente. Es fundamental que, tras cada uso, el rodillo sea liberado de cualquier resto de suciedad, polvo o tierra que tenga debido precisamente a que, por ser utilizado en exteriores, tienden a acumular suciedad.
- Si es de aluminio, es más fácil de limpiar. El aluminio, además de disipar el calor de una forma más eficiente y de reducir el desgaste de las cubiertas, es un material muy fácil de limpiar. Los rodillos de aluminio son inoxidables, apenas emiten ruido y su superficie lisa facilita la eliminación de residuos.
- Si es de PVC, evita la acumulación de suciedad. Aunque muy resistente, el PVC es un material que necesita mantenimiento constante para evitar los problemas asociados a la suciedad incrustada, como coloración, rugosidad por las partículas de tierra adheridas y otros problemas si no se limpia con regularidad. Para garantizar un adecuado funcionamiento del rodillo, es imprescindible que se lleven a cabo las labores más básicas de limpieza, evitando la suciedad incrustada, puesto que podría tener un impacto negativo en la fluidez del rodillo y en su sonoridad.
- Montaje y desmontaje cuidadoso. El rodillo de RooDol presenta un montaje y desmontaje rápido y muy sencillo, pero conviene prestar atención a cada paso de estos procesos para evitar daños por imprudencias. Al poder tenerlo montado y desmontado en apenas un minuto, no hay necesidad de hacerlo a toda prisa, comprometiendo la integridad del rodillo.