Las puertas correderas están más de moda que nunca. No solo por la comodidad que ofrecen, sino porque ofrecen una gran elegancia. Normalmente este tipo de puertas se suelen usar en los locales comerciales, pero también podemos encontrarlas en los hogares. La única diferencia entre las de los locales y las viviendas es que las primeras son automáticas para que los clientes entren con comodidad y las segundas son manuales.
Lo que está claro es que las puertas correderas ofrecen muy buenos resultados, lo que hace que la experiencia sea muy positiva en todos los aspectos.
Causas de una puerta corredera atascada
Las puertas correderas no suelen dar fallos, pero como todo en esta vida, el uso y el paso del tiempo pueden provocar que la puerta automática no funcione correctamente. En la gran mayoría de ocasiones cuando una puerta corredera no funciona es porque ha sufrido algún tipo de atasco.
Uno de los motivos principales motivos por los cuales las puertas automáticas se atascan es porque la suciedad hace acto de presencia. Cuando la limpieza en la zona no es la adecuada, la suciedad comienza a acumularse. En muchas ocasiones no somos conscientes del problema hasta que comenzamos a ver que la puerta comienza a atascarse y en consecuencia no nos da el servicio que buscamos.
En ocasiones un pequeño desnivel puede provocar que la apertura y cierre de la puerta corredera no sea el adecuado y en consecuencia la misma se atasque. Ese problema no solo puede aparecer en el momento de la instalación, también con el uso. Cuando el carril comienza a desviarse, eso provoca que la puerta cada vez tenga más problemas para hacer su función. Hasta el momento en el cual ya no puede moverse y se produce el temido bloqueo.
Pero sin lugar a dudas, en la gran mayoría de ocasiones las puertas correderas sufren atascos porque la lubricación no es la adecuada como nos informan los expertos de MetalBlinds. Una mala lubricación puede hacer que la puerta comience a tener problemas en cada movimiento y eso produce el bloqueo. Normalmente suele dar síntomas a través de ruidos y movimientos lentos. Si no prestamos atención a esos avisos entonces la puerta terminará por sufrir un atasco y eso supondrá una reparación.
Cómo abrir una puerta corredera atascada
Con la ayuda de los profesionales de MetalBlinds queremos mostrarte un listado de ideas con las cuales te será un poco más fácil abrir una puerta atascada. En caso de no poder por diferentes motivos, entonces no te quedará otra opción que llamar al servicio técnico para que reparen la puerta corredera.
Para comenzar te recomendamos lubricar correctamente la puerta. Tienes que hacerlo en la zona del motor si hablamos de una puerta automática y también centrarte en la parte de los carriles. Como hemos comentado anteriormente, la lubricación suele ser uno de los problemas más comunes a la hora de sufrir atascos.
Si la lubricación no es el problema, tienes que intentar revisar los carriles para ver si hay suciedad y la puedes eliminar. Si la puerta está abierta no te será complicado acceder al carril y limpiarlo si fuese necesario. Si la puerta está cerrada entonces te será más complicado hacer este trabajo.
También es importante revisar el motor. Si el mismo es el que ha provocado el bloqueo, tendrás que ponerlo en modo manual. El mismo dejará de ejercer fuerza sobre la puerta y en consecuencia podrás abrirla manualmente hasta que la misma sea reparada.
Mi puerta corredera se atasca, ¿cómo puedo repararla?
Para reducir el riesgo de bloqueo con la puerta corredera, lo mejor que puedes hacer es optar por adquirir una de calidad. En el catálogo de https://www.metalblinds.es/60-automatismos-puertas-correderas podrás encontrar un listado de puertas correderas automáticas de alta con las cuales podrás disfrutar de una buena experiencia. Pero aunque la puerta sea de calidad es importante apostar por un buen mantenimiento para certificar que la misma va a funcionar correctamente.
Si la puerta ya está atascada y quieres poner fin al problema sin llamar al servicio técnico, te vamos a mostrar una serie de consejos que seguramente te vendrán muy bien.
Si notas que la puerta sigue funcionando pero tiene problemas a la hora de hacer los movimientos de apertura y cierre, lo más seguro es que la suciedad se esté acumulando en los carriles. En este caso puede ser una buena opción quitar la puerta del carril para posteriormente realizar una buena labor de limpieza. En el caso de que no quieras o no puedas sacar la puerta del rail, entonces te recomendamos intentar realizar la limpieza como puedas. Así podrás retirar la suciedad y verás que la puerta vuelve a funcionar mejor. Eso sí, es importante realizar una limpieza correcta para que el funcionamiento vuelva a ser el adecuado.
En el caso de que el carril se haya desnivelado, entonces deberás colocarlo correctamente. El problema es que en muchas ocasiones el carril se dobla por el movimiento de la puerta y nosotros mismos no podemos solucionar el problema. En caso de que haya un desnivel, lo más común suele ser ponerse en contacto con el servicio técnico a través del cual realizar la reparación oportuna. En ocasiones con ajustar un poco los tornillos es suficiente, pero en otros casos puede ser necesario realizar algún cambio. Si no te quieres complicar la vida te recomendamos ponerte en manos de un profesional.
Si el problema viene dado porque el vidrio está rasgado, deberás tener mucho cuidado porque podría provocar un accidente. En ese caso deberás pedir que te cambien el cristal, sobre todo si la puerta está cara al público.
Finalmente te recomendamos lubricar correctamente la puerta corredera para evitar que la misma pueda sufrir atascos. Sin lugar a dudas, la puerta corredera es fácil de mantener, pero para sacarle el máximo partido es necesario que la misma tenga un mantenimiento mínimo. No lo dudes, cada cierto tiempo tendrás que hacer el trabajo de lubricación. Apenas te llevará tiempo y podrás tener la certeza de que la misma funcionará correctamente. Y si el problema está ligado al motor, entonces no tendrás otra que llamar al servicio técnico, son los únicos que podrán solucionar el problema.